CONTEMPORARY ARTNEWS MAGAZIN
Las estructuras e instalaciones “nidos” son objetos de arte de connotaciones contemporáneas y pertenecen a una serie de trabajos concluidos en el período de 2005-2007, que fueron así nombrados por congregar características constructivas semejantes a la de los diferentes tipos de nidos identificados en la naturaleza y por relacionarse metafóricamente con las nociones que tenemos de calor y protección del hogar primordial, aquél que podríamos identificar aún en el vientre materno, cargado de atavismos.
Ellos fueron construidos durante un proceso académico y poseen referencias antropológicas que rescatan gestos primarios, y también psicológicas, una vez que establecen relaciones con la construcción del pensamiento, que según la teoría Lacaniana, que plantea el modo como todos absorbemos del entorno en la construcción de la memoria inconsciente, recuperamos para transformar conceptos en lenguaje.
Estos “nidos” están confeccionados principalmente con tejidos, ropas o tramas sobre madera, con parafina y también con otros materiales desechados, de variada procedencia. La técnica utilizada fue la del Assemblage, que popularizado por el movimiento POP, permite la reutilización y reubicación de cualquier objeto producido en el proceso de industrialización.
Pero indudablemente el elemento material más fuerte en esos trabajos son las ropas que actúan en representación de la dicotomía presencia/ausencia del cuerpo (Merleau-Ponty), a veces mostradas en piezas enteras o torcidas, amarradas y rotas, generando interesantes figuras a partir de la sucesión de nudos o secuencias de puntos y pliegues, a veces insinuadas u ocultas en la trama y sustentación de los objetos.
Las ropas rescatan colores, texturas, formas y diseños que ubican cada nido en un contexto específico y los caracterizan de un cierto barroquismo que acaba por generar una intimidad mayor con las piezas y relacionarlas con nuestra latinidad; y son casi totalmente responsables por el resultado de esta propuesta creativa que, preocupada en profundizar las relaciones entre artista-obra-espectador, acaba tejiendo y cosiendo un complejo conjunto de ideas.
La incursión espacial siempre ha sido importante en nuestro parámetros creativos, bien como la relación entre producción artística y el rescate cultural a través de un código simbólico, pero en este trabajo fueron los huevos los primeros elementos a aparecer de manera sistemática en dibujos y pinturas antes de que los nidos ganaran su debida importancia o realmente conformasen un proceso.
Los huevos ocupan los nidos y se presentan en diferentes formatos y estilos funcionando como elementos celulares, como habitantes que ora cargan el secreto del origen, ora de la continuidad del proceso. Pueden estar hechos con parafina y pequeños objetos, o con telas u otros elementos de variada procedencia, y definitivamente están cargados de sus propias informaciones visuales, lo que conlleva a una variedad formal muy específica a cada nido, que parece haber sido construido a partir de un si mismo, de un cuerpo, de un instante o vida propia.
Si agregamos a eso la representación de las nociones de tiempo en la tradición femenina de tejer y la fuerza de los mitos en el imaginario colectivo percibiremos entonces que la intrincada trama de resultados que permea cada objeto en realidad no tiene nada de gratuita u ocasional y quizás, a partir de esas conclusiones podamos acercarnos a estas estructuras e instalaciones a través de una área de la sensibilidad ya casi olvidada en la actualidad debido a las exigencias de velocidad en nuestra percepción: el instintivo tacto visual.
Josiane Bornéo Panamà-2008
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